La figura del femicidio como agravante del homicidio fue incorporada al Código Penal a fines de 2012. A partir de entonces, para la Justicia argentina, se hablará de femicidio cuando se trate de “un crimen hacia una mujer y el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”. En Catamarca comenzó la semana pasada el primer juicio de la región donde se valora el agravante del femicidio. La Cámara Penal Criminal N° 1 de esa provincia (integrada por Fernando Esteban, Fabricio Gershani Quesada y Rodrigo Morabito) es la encargada de juzgar a Francisco Andrés Quiroga, alias “El Negro La Carpa”. El hombre, de 51 años, está acusado de asesinar y cercenar el cuerpo de María Rita Valdez, su ex pareja y madre de dos de sus hijos.

La mujer, que ejercía la prostitución, había sido golpeada en varias oportunidades por el imputado. Finalmente, los primeros días de marzo de 2013, sus extremidades y su cabeza aparecieron flotando en las aguas del dique El Jumeal, en la capital catamarqueña. Pero su torso jamás fue hallado, como tampoco se encontró el arma utilizada por el autor del crimen.

Según consta en la causa, “El Negro La Carpa” le habría propinado un puntazo en la garganta, con el que le produjo la muerte. Luego la habría desmembrado y tirados sus restos en el dique. Los motivos del ataque serían celos.

El miércoles se definirá la sentencia. No obstante, el tribunal no tiene una tarea fácil ya que de los 19 testigos que fueron citados en el debate, sólo seis se presentaron a dar su testimonio y algunos de ellos confesaron tener miedo a sufrir represalias. La madre de la víctima, Teresita Barros, contó que el imputado le había anticipado que le entregaría a su hija “en una bolsa de nylon”.